Pues bien, después de leer lo que he ido encontrando sobre el tema, os cuento:
El huevo es símbolo de vida, y nos sirve muy bien para explicar la muerte y resurrección de Jesús. El huevo parece una piedra, es frío y duro, pero dentro encierra la vida, lo mismo Jesús, estaba muerto, en la tumba, pero resucitó.
Ya en la Pascua Judía aparece como símbolo un huevo cocido.
Durante varios siglos la Iglesia prohibió comer carne y derivados durante la Cuaresma, por lo cual la gente conservaba los huevos cocidos y a veces cubiertos con una fina capa de cera, el Domingo de Resurrección lo celebraban regalando estos huevos decorados.
En la actualidad hemos pasado a los huevos de chocolate, más dulces, como el amor de Dios.
La cuestión del conejo no está muy clara, pero también es un animal que simboliza la vida. Lo de esconder los huevos y buscarlos con los niños a mi me recuerda a otro rito de la Pascua judía, la búsqueda de los Hameds, el pan viejo con levadura que buscan los niños con su padre, porque en la Pascua todo es nuevo.